LOS ZARAGOZAS. Fiesta de Locos en el Día de los Inocentes

SANARE

Gentil y Cultural

El pasado 28 de Diciembre regresamos a Sanare, población amable y agrícola denominada por muchos como la puerta de Los Andes, por su grato clima de montaña y porque su geografía la empadrona con ese título, por estar en la vía hacia el estado Trujillo.

Este poblado es la capital del municipio Andrés Eloy Blanco, en el propio estado Lara, el más musical y de gran riqueza cultural para nuestro país. Allí nos reencontramos con la colorida celebración de La Zaragoza, fiesta de locos que se realiza en honor a los Santos Inocentes, tal y como se oficia en varias regiones del país en esta fecha inamovible.

Paraje Turístico

Sanare está lleno de atractivos turísticos. Por ser un municipio rural, jardín del Estado Lara, tener en su territorio al Parque Yacambú y las famosas fumarolas que son vestigio de un volcan atenuado, cuyo fenomeno, aún deja de presenciar humaredas y sonidos explosivos que alimentan diversas leyendas entre los pobladores. Es uno de lo principales productores de café del país, por lo que que sus habitantes acostumbran levantarse antes del amanecer, para laborar siempre. Sin embargo, este 28 de Diciembre despuntó más temprano para rezar, vestir sus pintorescos atuendos y prepararse para bailar La Zaragoza durante todo el día de fiesta.

La Tradición

Después de asistir a la misa bien tempranera en la Iglesia de San Isidro, tuvimos la oportunidad de conversar con doña María Elvira González, una de las capitanas de esta fiesta religiosa, en cuya casa se tiene en custodia el cuadro de los Santos Inocentes, el cual es cargado solamente por el Sr. Severiano Alvarado, siempre acompañado por su esposa  la señora María de Alvarado,  también veladora de esta gran responsabilidad en la Cofradía.

Allí nos contaron como los fieles de La Zaragoza tomaron café y comieron pan dulce en su casa, en plena madrugada, antes de iniciarse esta celebración de origen místico. En la casa de Doña González se cumplieron los primeros rezos en honor a los Santos Inocentes. Luego en la iglesia principal del pueblo de Sanare, en la misa de las 9:00 de la mañana, se dio el inicio formal  y el permiso a los fieles disfrazados, para celebrar la fiesta de La Zaragoza, donde esta vez, si estuvo presente el Sr Bernabé Alvarado, Capitán Mayor, por encontrarse en buen estado de salud.

Testimonio de una Manifestación Ancestral

En amable conversación nos relataron que las personas que se disfrazan de Zaragozas cumplen promesas, pedidas en favor de hijos, sobrinos y nietos. No se sabe con certeza por qué se pregona esta tradición en Lara, ni por qué adquirió el nombre de La Zaragoza, aunque probablemente sea por la locución "Ay Zaragoza", que se encuentra presente en uno de los famosos tamunangues, música popular tradicional con la que se identifica el estado Lara.

Esta tradición tiene más  de 200 años de antigüedad, pero sin idea precisa del por qué se inició en esta población larense. Lo que sí es un hecho, es que esta manifestación religiosa venezolana recuerda la matanza de miles de niños, ordenada en tiempos remotos por el Rey Herodes, al sentirse engañado por los Tres Reyes Magos, quienes le darían el lugar exacto del nacimiento de Jesús. Sin embargo, paralelamente,los investigadores resaltan que los alrededores de Sanare, estaban habitados por indígenas yacambúes, gayones y jiraharas, a quienes se le atribuye el verdadero origen de la máscara, el traje adornado con hojas, flores y espigas (hoy reemplazado con retazos de telas), así como el chaparro de membrillo, el ocultamiento de la identidad, las cintas de colores y la estructura honorífica de capitanes. Todo en una antigua romería aborigen para la recolección de maíz, realizada para dar gracias por la buena cosecha, en fechas del solsticio de invierno.

Este espectáculo lleno de vistosidad, se multiplica al finalizar la misa y centenares de personas, en su mayoría hombres, vestidos de mujeres, con pintorescos vestidos, máscaras grandes y de muchos colores; salen a bailar principalmente con los niños, para bendecirlos y gastar bromas a todo el gentilicio que reposa en el pueblo, pidiéndole aguinaldos a propios y turistas.A esta manifestación originalmente se le denominaba "el baile de las locas" y luego la "Fiesta de Locos y Locainas", aludiendo al pasaje bíblico referido a las mujeres, cuyos hijos fueron asesinados, por orden de Herodes y enloquecieron por el dolor de la pérdida de sus hijos

Un poco de Historia

En esta hermosa tradición sobresale la conformación de una Cofradía jerárquica, encargada de la organización de la fiesta, encabezada por un Capitán Mayor, quien desde 1955 y después de cinco generaciones de capitanes, es el señor Bernabé Alvarado. Creador de una Escuela de la Zaragoza, dirigida por el mismo, donde enseña permanentemente a los niños que se instruyen como los nuevos Zaragozas.

La manifestación tiene un arraigo particular en varias poblaciones de Venezuela, en ella la sociedad se desinhibe  de sus tabúes y demuestra que de una conmemoración de un suceso lamentable como la muerte de niños inocentes, se puede construir una alegre fiesta, en la cual la sociedad puede encontrar esperanza y bendición.

Actualmente se encuentran preparados para activar una Fundación Cultural que los proteja, logre su anhelo de ser reconocidos como un Patrimonio de la Nación y del mismo modo, brinde un apoyo en su necesidad de salvaguardar la tradición, instruyendo al colectivo a respetar el carácter devocionario de este festejo que no debe confundirse con un Carnaval, o perderse en la banalidad de la celebración.

El Cuadro de laMatanza de Los Santos Inocentes

Existe la creencia en el pueblo que el cuadro con la imagen de La Matanza de Los Inocentes, tiene poderes milagrosos. Se desconoce la fecha de la obra, pero según los testimonios de los Zaragozas más viejos fue realizada a principios del siglo XX por el artista sanareño Mateo Segundo Viera, sin embargo existe otra representación de la escena bíblica más antigua perteneciente a la familia del Capitán Menor José Nicolás Rodríguez, la cual fue heredada de sus antepasados y tampoco se conoce el autor ni la fecha de elaboración.

Investigación: Romny Istúriz

Fotografías: Wilber Díaz y Romny Istúriz